20 de octubre de 2025

Un hombre simuló un ataque de cuatreros para encubrir un disparo accidental entre inquilinos

La Policía de Misiones desar­tic­uló una fal­sa denun­cia por inten­to de homi­cidio en el bar­rio Ñu Porá de Garupá, donde un hom­bre de 38 años inten­tó encubrir un dis­paro acci­den­tal ocur­ri­do durante una noche de alco­hol jun­to a sus inquili­nos. Final­mente, dos hom­bres fueron detenidos y se incautó el arma uti­liza­da.

El hecho ocur­rió en la madru­ga­da del sába­do, cuan­do una mujer de 34 años denun­ció que su her­mano había sido heri­do de bala en el patio trasero de su vivien­da, lin­dante a un descam­pa­do. La denun­ciante sos­tu­vo que el ataque podría haber sido per­pe­tra­do por cua­treros de la zona, una ver­sión que en prin­ci­pio com­par­tió la propia víc­ti­ma.

A par­tir de esa hipóte­sis, efec­tivos de la Unidad Region­al X realizaron un oper­a­ti­vo de ras­tril­la­je y comen­zaron a recolec­tar tes­ti­mo­nios. Sin embar­go, el heri­do se negó a declarar, lo que des­pertó sospe­chas en los inves­ti­gadores.

El giro en la causa se dio tras el informe médi­co poli­cial, que deter­minó que la heri­da de bala en la axi­la derecha del hom­bre no cor­re­spondía a un dis­paro a larga dis­tan­cia, como se había sug­eri­do ini­cial­mente, sino que había sido pro­duci­do a cor­ta dis­tan­cia.

Ante este dato, la Policía cen­tró la inves­ti­gación en las per­sonas que se encon­tra­ban en el domi­cilio esa noche. La her­mana del heri­do aportó que dos hom­bres, de 49 y 20 años, alquil­a­ban una habitación en la propiedad y solían quedarse allí los fines de sem­ana.

Con esa infor­ma­ción, y por orden del Juz­ga­do de Instruc­ción N.º 1, se realizaron prue­bas de para­fi­na a los sospe­chosos. Final­mente, la víc­ti­ma admi­tió que todo se trató de un acci­dente: durante una reunión en la que había con­sumo de alco­hol, uno de los inquili­nos manip­u­la­ba un revólver cal­i­bre .22 que se dis­paró acci­den­tal­mente.

La Policía pro­cedió a la deten­ción de los dos impli­ca­dos y al secue­stro del arma uti­liza­da, que quedó a dis­posi­ción de la Jus­ti­cia.

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