El domingo 11 de mayo, Ariana Memler sorprendió a su pareja con una propuesta de casamiento aérea en Posadas. A bordo de una avioneta, Pedro leyó desde el cielo: “¿Querés ser mi copiloto para siempre?” y aceptó entre lágrimas, besos y aplausos.
Una historia de amor sobrevoló los cielos de Posadas y conmovió a las redes sociales. El domingo 11 de mayo, Ariana Memler sorprendió a su pareja, Pedro Ricardo, con una propuesta de matrimonio tan original como emotiva: desde el aire, a bordo de una avioneta, con una pregunta gigante escrita en la tierra.
La secuencia fue registrada en un video publicado en las redes sociales de Ariana, que rápidamente se viralizó por la ternura del gesto y la planificación detrás del momento. En las imágenes se ve cómo la joven cubre los ojos de su novio y lo guía hasta el aeropuerto de Posadas. Allí los espera un piloto, cómplice de la sorpresa, que los conduce hasta una avioneta en plena pista.
Una vez a bordo, Ariana toma asiento en la parte trasera de la aeronave, mientras que Pedro viaja adelante junto al piloto. La avioneta despega y comienza a sobrevolar la ciudad. En un momento, la nave se inclina ligeramente, permitiendo que Pedro pueda leer desde el cielo una inscripción gigante en el suelo: “¿Querés ser mi copiloto para siempre?”
La reacción de Pedro no se hizo esperar. Emocionado, se gira hacia Ariana, le besa la mano y le responde con una sonrisa: “Sí, mi amor”. Ella festeja la respuesta con un beso y el gesto de alegría queda grabado en el video.

Al aterrizar, la pareja baja de la avioneta y se funde en un abrazo. El video culmina con una imagen familiar frente al cartel con la gran pregunta, donde posan Ariana, su hijo Enzo y Pedro. También se incluye una foto grupal con amigos y familiares que participaron del momento y acompañaron a la pareja en el festejo.
La propuesta aérea no solo captó la atención por lo espectacular del montaje, sino también por el mensaje detrás: la idea de compartir el vuelo de la vida juntos, con Ariana proponiendo no solo un casamiento, sino un compromiso de acompañamiento mutuo, como verdaderos copilotos.