26 de octubre de 2025

Investigan abuso sexual a una menor dentro de un hogar de Puerto Rico

Encontraron el cuerpo sin vida de un anciano en su vivienda

Una niña de 10 años alo­ja­da en el Hog­ar Niño Jesús de Puer­to Rico denun­ció haber sido víc­ti­ma de al menos tres episo­dios de abu­so sex­u­al den­tro del establec­imien­to. Así lo con­fir­mó este lunes durante una entre­vista en Cámara Gesell, en el mar­co de una causa por abu­so sex­u­al agrava­do ini­ci­a­da la sem­ana pasa­da.

Según infor­maron fuentes con acce­so al expe­di­ente, la menor iden­ti­ficó como autores de los hechos a dos ado­les­centes de 14 y 16 años, con quienes com­partía una de las casas del pre­dio, donde res­i­den niños y ado­les­centes bajo pro­tec­ción judi­cial. De acuer­do con su tes­ti­mo­nio, los abu­sos se habrían pro­duci­do en dos opor­tu­nidades durante el año pasa­do y una vez más el domin­go 11 de mayo.

La dili­gen­cia judi­cial fue super­visa­da por el juez de Instruc­ción Uno de Puer­to Rico, Manuel Balan­da Gómez, y el fis­cal Héc­tor Simón, quienes estu­vieron pre­sentes durante la entre­vista jun­to al equipo de psicól­o­gos forens­es del Poder Judi­cial.

Medidas de protección y avances en la causa

Tras la declaración de la niña, el mag­istra­do dis­pu­so una serie de medi­das urgentes para res­guardar su seguri­dad. Entre ellas, ordenó el trasla­do inmedi­a­to de los ado­les­centes señal­a­dos a otra vivien­da den­tro del mis­mo pre­dio, bajo estric­tos con­troles del per­son­al a car­go.

Además, se solic­itó un informe psi­cológi­co sobre la víc­ti­ma y un rel­e­vamien­to socioam­bi­en­tal del entorno insti­tu­cional, con el fin de eval­u­ar las condi­ciones en las que se encuen­tran los menores alo­ja­dos.

La causa con­tinúa en eta­pa de inves­ti­gación y no se descar­tan nuevas medi­das judi­ciales en los próx­i­mos días, a la espera de informes téc­ni­cos y posi­bles amplia­ciones tes­ti­mo­ni­ales.

Cómo se conoció el caso

El hecho sal­ió a la luz el jueves pasa­do, cuan­do la menor retomó las clases tras una breve ausen­cia. En ese con­tex­to, y en un ambi­ente de con­fi­an­za, le relató lo suce­di­do a su maes­tra. Inmedi­ata­mente, la direc­to­ra del establec­imien­to educa­ti­vo, jun­to con una de las encar­gadas del hog­ar, se dirigió a la Comis­aría de la Mujer de Puer­to Rico para for­malizar la denun­cia.

Fuentes médi­cas indi­caron que, aunque el primer exa­m­en físi­co no rev­eló lesiones vis­i­bles ni sig­nos defen­sivos, los pro­fe­sion­ales detec­taron “mar­cadores com­pat­i­bles con abu­so sex­u­al”, lo que reforzó la denun­cia ini­cial y dio impul­so al rápi­do accionar judi­cial.

Investigación con enfoque de resguardo

Por tratarse de un caso que involu­cra a menores de edad, la inves­ti­gación se desar­rol­la bajo estric­ta reser­va. Las autori­dades judi­ciales y los organ­is­mos de pro­tec­ción de la niñez tra­ba­jan coor­di­nada­mente para garan­ti­zar la inte­gri­dad de la víc­ti­ma y del resto de los niños y ado­les­centes alo­ja­dos en el hog­ar.

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