17 de octubre de 2025

Imputaron por homicidio simple al acusado de matar a un vecino y fugarse en 2016

Imputaron por homicidio simple al acusado de matar a un vecino y fugarse

Oscar Pereyra, el hom­bre de 42 años que esta­ba prófu­go de la jus­ti­cia des­de 2016 por un homi­cidio per­pe­tra­do en Pozo Azul, fue traslada­do en la mañana de ayer al Juz­ga­do de Instruc­ción de San Vicente para tomar el primer con­tac­to con la jus­ti­cia y ser noti­fi­ca­do for­mal­mente del deli­to por el cual se lo acusa.

Medi­ante fuentes judi­ciales, El Ter­ri­to­rio pudo saber que Pereyra escuchó las prue­bas en su con­tra por parte del mag­istra­do y que en su opor­tu­nidad de dar su ver­sión de los hechos ‑por recomen­dación de su abo­ga­do defen­sor- el acu­sa­do de asesinar a su veci­no optó por guardar silen­cio.

En ese mar­co, Pereyra recibió la imputación de homi­cidio sim­ple por el crimen que cometió durante una gresca ocur­ri­da en Pozo Azul durante una ron­da de tra­gos que final­izó en un enfrentamien­to con arma blan­ca, provo­can­do en uno de los suje­tos una heri­da grave en su abdomen que pro­du­jo su fal­l­ec­imien­to.

Pelea y fuga

Como viene infor­man­do este medio, el homi­cidio fue reg­istra­do en la madru­ga­da del 3 de noviem­bre de 2016, cuan­do la Policía fue aler­ta­da que un hom­bre, iden­ti­fi­ca­do como Gilber­to Pereyra Da Sil­va (34), habría muer­to por un ataque con machete  tras una gresca en la vivien­da de la víc­ti­ma ubi­ca­da en la Pic­a­da Nue­va  de la cita­da local­i­dad ‑a tres kilómet­ros de la ruta provin­cial 20-.

Según las pesquisas, el hom­bre de 34 años esa madru­ga­da pre­senta­ba una grave heri­da de arma blan­ca en la zona del abdomen, aparente­mente provo­ca­da con un arma blan­ca.

En tan­to, la prue­ba clave para poder trazar hipóte­sis sobre el móvil del crimen, fue el tes­ti­mo­nio de Julio A. ‑padre de la víc­ti­ma- quien men­cionó a la Policía que su hijo habría man­tenido un enfrentamien­to con su veci­no, Oscar Pereyra, quien en un momen­to deter­mi­na­do lo hir­ió con un machete y luego huyó del lugar.

Sobre la razón de la pelea, el prog­en­i­tor con­tó que sólo escuchó que esta­ban dis­cutien­do mien­tras com­partían una ron­da de tra­gos, y que no pudo adver­tir el moti­vo exac­to que los llevó a enfrentarse con vio­len­cia extrema.

Des­de entonces Pereyra fue bus­ca­do inten­sa­mente por efec­tivos de la Unidad Region­al XII. Sin embar­go, a pesar de los ras­tril­la­jes mon­ta­dos en la zona, en las primeras horas de búsque­da los uni­for­ma­dos sólo lograron encon­trar el arma que pre­sun­ta­mente se uti­lizó para come­ter el crimen: un machete aban­don­a­do cer­ca del lugar de la pelea.

Otro enfrentamien­to

Luego de casi 10 años del crimen que  tenía a su prin­ci­pal sospe­choso prófu­go, un enfrentamien­to con arma blan­ca y denun­cia de lesion­a­dos en El Sober­bio ‑durante la tarde del últi­mo sába­do- fue clave para poder hal­lar al hom­bre que se encon­tra­ba entre las som­bras de la jus­ti­cia.

Según fuentes judi­ciales, el hom­bre de 42 años que era bus­ca­do por más de 8 años, pro­tag­o­nizó otra gresca con armas blan­cas. Esta vez, no cor­rió con la mis­ma for­tu­na y fue él quien ter­minó con heri­das pro­duc­to del enfrentamien­to.

En tan­to, tras lle­gar la Policía al lugar, se advir­tió que se trata­ba del prófu­go por el crimen de Gilber­to Pereyra Da Sil­va. Por ello, fue inter­na­do en el hos­pi­tal local con cus­to­dia poli­cial, quedan­do luego a dis­posi­ción de la jus­ti­cia.

Fuente: El Ter­ri­to­rio

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