19 de octubre de 2025

Hallaron el cuerpo sin vida de una de las personas desaparecidas tras el temporal

Hallaron el cuerpo sin vida de una de las personas desaparecidas tras el temporal

Un hom­bre de Pilar fue hal­la­do sin vida tras despis­tar con su auto en medio del tem­po­ral. Veci­nos de Zárate y otras zonas de Buenos Aires relataron esce­nas dramáti­cas por las inun­da­ciones y crece la pre­ocu­pación por quienes aún no fueron encon­tra­dos.

El fuerte tem­po­ral que azotó a Buenos Aires en las últi­mas horas dejó su primera víc­ti­ma fatal. Se tra­ta de un hom­bre ori­un­do de Pilar, que había desa­pare­ci­do el viernes tras un acci­dente en la ruta 41. Según con­fir­mó Fabián Gar­cía, direc­tor de Defen­sa Civ­il bonaerense, el cuer­po fue hal­la­do este domin­go por la tarde por Bomberos de la Policía y la División de Rescate.

Mien­tras tan­to, con­tinúa la búsque­da de otras tres per­sonas desa­pare­ci­das. Dos de ellas son pues­teros de la local­i­dad de Rojas, ubi­ca­da a unos 240 kilómet­ros de la Ciu­dad de Buenos Aires, y la ter­cera es una per­sona que se arro­jó a un arroyo en Bernal, Quilmes.

Las fuerzas de seguri­dad y los equipos de rescate inten­si­f­i­can su tra­ba­jo en las zonas afec­tadas, donde las llu­vias causaron estra­gos. Se espera que las condi­ciones climáti­cas mejoren, pero muchas famil­ias con­tinúan lid­ian­do con las con­se­cuen­cias de las inun­da­ciones.

En Zárate, los veci­nos nar­raron con angus­tia lo vivi­do. “No salí de mi casa, tenía el agua a un metro y medio aden­tro. Un chico con dis­capaci­dad perdió todo”, relató un veci­no. Otro sumó: “Agar­ramos lo que pudi­mos y sal­va­mos nues­tras vidas, esta­ba total­mente oscuro. Eran las tres de la mañana y el agua ya super­a­ba la ven­tana”.

La deses­peración tam­bién alcanzó a quienes inten­taron sal­var a sus ani­males. “Me quedaron dos per­ros en el techo y hay otros tres que no pudi­mos sacar a tiem­po”, con­tó un hom­bre que regresó al bar­rio para ali­men­ta­r­los. “Por lo menos sabe­mos que están bien”.

Las famil­ias más vul­ner­a­bles fueron evac­uadas a una fábri­ca cer­cana. Sin embar­go, el temor per­siste por la posi­ble lle­ga­da de nuevas cre­cientes. “Toda el agua viene para este lado. Cuan­do ven­ga la cre­ciente de arri­ba, vamos a seguir reci­bi­en­do agua”, expresó uno de los veci­nos.

Mien­tras los damnifi­ca­dos inten­tan recu­per­ar lo poco que quedó, las autori­dades con­tinúan con los oper­a­tivos de rescate y asis­ten­cia en las zonas más gol­peadas.

Des­de el gob­ier­no provin­cial y munic­i­pal se acti­varon dis­pos­i­tivos de emer­gen­cia para asi­s­tir a los damnifi­ca­dos, con cen­tros de evac­uación, entre­ga de ali­men­tos y oper­a­tivos san­i­tar­ios. Sin embar­go, en muchos bar­rios la ayu­da todavía no lle­ga con la rapi­dez que la situación deman­da. Las críti­cas apun­tan a la fal­ta de obras de infraestruc­tura y a la escasa pre­visión ante fenó­menos climáti­cos que, según advierten espe­cial­is­tas, serán cada vez más fre­cuentes.

Orga­ni­za­ciones sociales y veci­nos auto­con­vo­ca­dos tam­bién comen­zaron a mov­i­lizarse para brindar asis­ten­cia, recolec­tar dona­ciones y coor­di­nar tar­eas de limpieza. Mien­tras tan­to, el pronós­ti­co del tiem­po da una tregua, pero las imá­genes de autos bajo el agua, calles con­ver­tidas en ríos y vivien­das destru­idas refle­jan la mag­ni­tud del desas­tre que dejó el tem­po­ral en el AMBA.

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