Femicidio de Soledad Machuca: imputaron a su suegra como cómplice del crimen

Tere­sa Cor­rea, sue­gra de Soledad Machu­ca —la pre­cep­to­ra hal­la­da muer­ta el pasa­do 25 de febrero en su vivien­da del bar­rio Acaraguá, en Posadas— fue imputa­da esta mañana como partícipe del pre­sun­to femi­cidio que tiene como prin­ci­pal acu­sa­do a Gus­ta­vo Car­do­zo, esposo de la víc­ti­ma e hijo de la nue­va imputa­da.

Cor­rea se pre­sen­tó en el Juz­ga­do de Instruc­ción Tres acom­paña­da por su defen­sor ofi­cial, donde fue recibi­da por el juez Fer­nan­do Verón. Durante la audi­en­cia, el mag­istra­do le infor­mó sobre las prue­bas recolec­tadas en la causa que la señalan como posi­ble cóm­plice del crimen.

Pese a la gravedad de los ele­men­tos pre­sen­ta­dos en su con­tra, la mujer decidió acogerse a su dere­cho de absten­erse de declarar, por recomen­dación de su abo­ga­do. Tras ello, el juez resolvió imputar­la for­mal­mente como partícipe del deli­to que se inves­ti­ga bajo la cará­tu­la de femi­cidio.

Si bien fue imputa­da, Tere­sa Cor­rea no fue deteni­da. El juez deter­minó que per­manez­ca en lib­er­tad, aunque suped­i­ta­da a la causa. Como medi­das restric­ti­vas, se le pro­hibió salir de la ciu­dad de Posadas y ausen­tarse de su domi­cilio por más de 24 horas sin autor­ización judi­cial.

La imputación se fun­da­men­ta en tes­ti­mo­nios y prue­bas peri­ciales que apun­tan a una pre­sun­ta inter­ven­ción de la mujer en la esce­na del crimen. Entre los ele­men­tos más com­pro­m­ete­dores, fuentes judi­ciales señalaron el uso de un trapo de piso para limpiar san­gre en la habitación donde fue hal­la­do el cuer­po de Machu­ca.

El tes­ti­mo­nio de Gus­ta­vo Car­do­zo, prin­ci­pal acu­sa­do, fue deter­mi­nante: declaró que su madre limpió con ese trapo la san­gre en el cuar­to donde esta­ba el cadáver. Si bien se detec­taron ras­tros de san­gre en el obje­to, los pro­duc­tos de limpieza uti­liza­dos habrían elim­i­na­do evi­den­cia clave, impi­di­en­do recu­per­ar per­files genéti­cos iden­ti­fi­ca­bles.

Además, prue­bas real­izadas con lumi­nol rev­e­laron indi­cios de limpieza en zonas especí­fi­cas de la vivien­da, lo que refuerza la hipóte­sis de encubrim­ien­to del crimen.

El caso con­tinúa bajo inves­ti­gación en la órbi­ta del Juz­ga­do de Instruc­ción Tres, que bus­ca estable­cer con pre­cisión la par­tic­i­pación de cada uno de los involu­cra­dos. Mien­tras tan­to, Gus­ta­vo Car­do­zo per­manece detenido como prin­ci­pal sospe­choso del femi­cidio de Soledad Machu­ca.

Con infor­ma­ción de El Ter­ri­to­rio