24 de octubre de 2025

Dos jóvenes amenazaron a un vecino con un arma falsa y fueron detenidos

Un vio­len­to episo­dio ocur­ri­do este martes por la tarde gen­eró con­mo­ción entre los veci­nos de la local­i­dad mision­era de Cam­po Grande, luego de que dos jóvenes irrumpier­an en una vivien­da y ame­nazaran al dueño de casa con lo que parecía ser un arma de fuego. Tras un rápi­do oper­a­ti­vo cer­ro­jo, la Policía logró deten­er a los agre­sores y con­stató que el arma uti­liza­da era una répli­ca plás­ti­ca, sim­i­lar a las uti­lizadas en cotil­lones.

El hecho ocur­rió pasadas las 16 horas en una vivien­da ubi­ca­da en un bar­rio cer­cano al cen­tro de la ciu­dad. Según relató la víc­ti­ma, los dos jóvenes ingre­saron abrup­ta­mente al domi­cilio y, sin medi­ar pal­abra, lo apun­taron con un obje­to que aparenta­ba ser una pis­to­la. Atóni­to y temien­do por su vida, el hom­bre logró huir hacia una zona segu­ra y dar avi­so a la Policía.

Ante la denun­cia, efec­tivos de dis­tin­tas depen­den­cias poli­ciales desple­garon un oper­a­ti­vo cer­ro­jo en las inmedia­ciones. Los sospe­chosos fueron local­iza­dos cuan­do intenta­ban escapar por la aveni­da Los Cafe­tales, sien­do inter­cep­ta­dos y reduci­dos sin opon­er resisten­cia.

Durante la req­ui­sa, los uni­for­ma­dos encon­traron el arma uti­liza­da en la intim­i­dación. A sim­ple vista, parecía una pis­to­la semi­au­tomáti­ca, pero al ser exam­i­na­da se deter­minó que se trata­ba de una répli­ca de plás­ti­co, fab­ri­ca­da con gran niv­el de detalle para sim­u­lar un arma real.

Los detenidos, de 20 y 26 años, fueron traslada­dos a la Comis­aría local y quedaron a dis­posi­ción de la Jus­ti­cia, imputa­dos por el deli­to de “ame­nazas cal­i­fi­cadas”. Aunque el arma no era real, el episo­dio provocó temor entre los veci­nos y podría acar­rear con­se­cuen­cias legales por el uso intim­ida­to­rio del obje­to.

Fuentes poli­ciales infor­maron que ninguno de los detenidos posee antecedentes penales, aunque no se descar­ta que hayan inten­ta­do come­ter un robo. La inves­ti­gación sigue su cur­so para deter­mi­nar el móvil del hecho y si exis­tió inten­ción de hur­to o si se trató de una ame­naza ais­la­da.

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