El pasado 30 de abril se cumplieron cuatro meses del asesinato del cabo primero de la Policía de Misiones, Mauricio Miñarro, quien fue hallado sin vida tras recibir varios disparos mientras prestaba servicio de guardia en el destacamento de Infantería en Eldorado. Desde entonces, no hay personas detenidas por el crimen ni avances significativos en la causa, lo que genera creciente indignación y desesperanza en su familia.
“Siguen diciendo lo mismo, que está todo bajo secreto de sumario. Pero no hay detenidos y no tenemos novedades. A esta altura, nos queda sólo la justicia divina”, expresó Carina Martínez, prima del suboficial asesinado. La mujer criticó la falta de información oficial y calificó las últimas decisiones judiciales como “una burla”.
Desde un principio, la familia de Miñarro denunció irregularidades en la causa y sostiene que el crimen no fue un simple robo, como lo plantea la investigación. “Creemos que esto no fue al azar. Mauricio pudo haber descubierto algo ilegal y lo silenciaron. Era uno más que estorbaba”, aseguró Martínez, quien manifestó que la familia también teme por su seguridad.
Además, cuestionó la reciente liberación de Miguel Báez (34), único imputado hasta el momento por encubrimiento, quien fue excarcelado el 15 de abril tras el pago de una fianza de 3 millones de pesos, impuesta por el Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, a cargo de la jueza María Laura Rodríguez. “Pusieron a alguien sólo para calmar a la familia y después lo sueltan como si nada. Nos enteramos de su libertad por otros medios, ni siquiera se notificó a tiempo al papá de Mauricio”, señaló.
El asesinato de Miñarro no sólo dejó un profundo dolor, sino también una situación de abandono para su hija de 10 años, según denunció su prima. “Mauricio trabajaba para que su hija tuviera todo, y ahora está desamparada. Prometieron que se harían cargo de la pensión y no cumplieron. Incluso le dieron de baja a la obra social”, lamentó.
El crimen
El hecho fue descubierto la mañana del 30 de diciembre de 2023, cuando un compañero encontró el cuerpo del cabo Miñarro con heridas de bala en el brazo y el pecho, en una oficina del destacamento de Infantería. Del lugar fueron sustraídas varias armas de fuego, incluida su pistola reglamentaria, que hasta hoy no fue recuperada.
La principal hipótesis, en su momento, fue la de un robo frustrado, donde los responsables habrían intentado sustraer una avioneta del predio en el que también funciona el Aeroclub de Eldorado, y al no lograrlo, se habrían llevado las armas del destacamento. También se barajó la posible participación de un grupo comando proveniente de Paraguay, aunque esa línea investigativa fue descartada.
Con información de El Territorio