19 de octubre de 2025

Una mujer reclama que detengan al hombre que violó a su hija: sigue libre tras ser condenado

Una mujer reclama que detengan al hombre que violó a su hija

Marce­lo Ruiz recibió una con­de­na a 18 años de prisión en 2023 por abusar de la víc­ti­ma, quien tenía 11 y 15 años durante los hechos. A pesar del fal­lo, per­manece en lib­er­tad mien­tras la sen­ten­cia no quede firme.

Palo­ma tiene 21 años y des­de hace largo tiem­po su vida está mar­ca­da por el miedo y la ansiedad. Nece­si­ta med­icación para dormir y atraviesa un tratamien­to psi­cológi­co y psiquiátri­co. Vive con la ame­naza de cruzarse en la calle con el hom­bre que, según la Jus­ti­cia, la sometió a abu­sos sex­u­ales cuan­do era una nena y tam­bién en su ado­les­cen­cia. Ese hom­bre, que además es su padre, recibió una con­de­na pero nun­ca fue pre­so.

El caso se mantiene abier­to y sin res­olu­ción defin­i­ti­va des­de hace más de dos años, aunque el Tri­bunal en lo Crim­i­nal N°2 de Bahía Blan­ca sen­ten­ció a Marce­lo Gus­ta­vo Ruiz, hoy de 61 años, a 18 años de prisión por los hechos. El fal­lo llegó en junio de 2023, pero Ruiz sigue vivien­do en lib­er­tad, a unos dos kilómet­ros de la casa donde Palo­ma vive con su madre, Luciana, en el cen­tro de Bahía Blan­ca.

A pesar de los pedi­dos para que se efec­túe la deten­ción, la Jus­ti­cia bonaerense deter­minó que la sen­ten­cia recién se cumplirá una vez que quede firme. El expe­di­ente cir­cu­la aho­ra entre instan­cias de apelación, y aunque el Tri­bunal de Casación con­fir­mó la con­de­na, la defen­sa inter­pu­so un nue­vo recur­so que bus­ca poster­gar la eje­cu­ción de la pena, según pudo saber Infobae.

Mien­tras tan­to, Luciana expre­sa con bron­ca e impo­ten­cia la situación: “Mi hija todavía está con tratamien­to psiquiátri­co y psi­cológi­co. Esta­mos esperan­do hace dos años y medio que deten­gan a este vio­lador. Es una toma­da de pelos, ya no sabe­mos qué pen­sar. Ped­i­mos jus­ti­cia. Ella vive con miedo porque lo cruzamos y se nos caga de risa”, dijo en diál­o­go con este medio.

Luciana y su madre ‑la abuela de Palo­ma- se orga­ni­zaron con un grupo de mujeres para pegar fol­letos en dis­tin­tos pun­tos de la ciu­dad y vis­i­bi­lizar el reclamo. Estos carte­les con la his­to­ria que la Jus­ti­cia aún no cer­ró por com­ple­to cir­cu­lan tam­bién en las redes sociales.

De acuer­do con la inves­ti­gación, los abu­sos denun­ci­a­dos ocur­rieron en cua­tro oca­siones. Los primeros episo­dios fueron cuan­do Palo­ma tenía 11 años y el resto cuan­do tenía 15; tres de los ataques fueron en la vivien­da famil­iar, y otro en el inte­ri­or de un vehícu­lo.

La denun­cia con­tra Ruiz se radicó a prin­ci­p­ios de 2020. Palo­ma y su madre con­fi­aron en el avance del expe­di­ente y par­tic­i­paron del juicio oral cel­e­bra­do en mayo de 2023, que duró tres días. En ese pro­ce­so, un jura­do pop­u­lar hal­ló cul­pa­ble a Ruiz y, un mes más tarde, el juez Euge­nio Casas impu­so la pena de 18 años de prisión.

Pero en todo este tiem­po, Ruiz nun­ca fue pri­va­do de su lib­er­tad. Le pro­hi­bieron salir del país y le impusieron una orden de restric­ción de acer­camien­to hacia Palo­ma, quien dispone de un botón antipáni­co. La famil­ia cuen­ta que viv­en pen­di­entes de la ubi­cación del con­de­na­do, dado que temen encon­trárse­lo en la vía públi­ca. Ruiz tra­ba­ja en tar­eas de pin­tu­ra y se mueve por la ciu­dad habit­ual­mente.

Luciana con­tó que la Jus­ti­cia inter­pretó que, como Ruiz se pre­sen­tó a cada citación judi­cial y no mostró inten­ciones de fugarse, cor­re­sponde esper­ar la firmeza de la con­de­na para ordenar la prisión efec­ti­va.

Sin embar­go, des­de la fis­calía y el entorno de Palo­ma advierten el ries­go que impli­ca la lib­er­tad del con­de­na­do y con­sid­er­an que la demo­ra per­ju­di­ca tan­to a la víc­ti­ma como al con­jun­to de la sociedad. “Dejaron a un vio­lador suel­to”, lamen­ta Luciana.

Aho­ra la fis­calía N°4 a car­go Diego Tor­res argu­men­ta en una nue­va pre­sentación que el últi­mo recur­so de la defen­sa no sus­pende los pla­zos y que cor­re­sponde avan­zar con la deten­ción, según infor­maron fuentes judi­ciales a este medio.

En medio de este pro­ce­so, Palo­ma ‑cuyo nom­bre en esta nota se pub­li­ca con el aval de la famil­ia, para vis­i­bi­lizar lo que vive y el reclamo de jus­ti­cia que sigue sin obten­er respues­tas real­is­tas- bus­ca recon­stru­irse. Pal­abras de su madre refle­jan el peso de la espera: “Mi hija me dice ‘mamá, yo voy a empezar a sanar cuan­do él esté pre­so’”.

Fuente: Infobae

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