19 de octubre de 2025

Una avioneta golpeó a un toro cuando intentaba aterrizar en un aeroclub

Una avioneta golpeó a un toro cuando intentaba aterrizar en un aeroclub

Un toro Aberdeen Angus col­orado irrumpió en la pista de ater­riza­je tras forzar un alam­bra­do y fue embesti­do por la aeron­ave que llev­a­ba a dos ocu­pantes, que tuvieron que ser traslada­dos al hos­pi­tal.

Un hecho fuera de lo común tuvo lugar en la noche del lunes en las insta­la­ciones del Aero Club Chivil­coy, ubi­ca­do sobre el kilómetro 165,5 de la Ruta Nacional N° 5, cuan­do una avione­ta que real­iz­a­ba una man­io­bra de ater­riza­je impactó con­tra un toro que había ingre­sa­do a la pista tras der­rib­ar un alam­bra­do de un cam­po veci­no. El ani­mal murió en el acto, mien­tras que los trip­u­lantes de la aeron­ave resul­taron ile­sos.

El inci­dente ocur­rió durante un vue­lo noc­turno. La avione­ta, mar­ca Tec­nam, era coman­da­da por Tomás Archo, de 39 años y ori­un­do de Vil­la La Angos­tu­ra, quien via­ja­ba acom­paña­do por Lucas Lancelot­ti, domi­cil­i­a­do en Pilar. Ambos esta­ban final­izan­do la man­io­bra cono­ci­da como flare, el momen­to en que el pilo­to reduce la veloci­dad ver­ti­cal para efec­tu­ar un ater­riza­je suave. Fue allí cuan­do el ani­mal se apare­ció en la pista y ocur­rió el impacto.

De acuer­do a lo infor­ma­do por fuentes poli­ciales, el avi­so ingresó a través del 911, lo que motivó la ráp­i­da inter­ven­ción del per­son­al de la Subestación Dar­do Garel­li y de una unidad del SAME Chivil­coy. El choque afec­tó una de las alas del avión, lo que provocó un brus­co desvío. Sin embar­go, la aeron­ave no vol­có y logró deten­erse sin que se reg­is­traran lesiones graves.

Los dos ocu­pantes fueron asis­ti­dos en el lugar y luego traslada­dos por pre­cau­ción al hos­pi­tal munic­i­pal, donde per­manecieron algu­nas horas en obser­vación y fueron dados de alta al com­pro­barse que no pre­senta­ban heri­das de con­sid­eración.

El ani­mal involu­cra­do era un toro Aberdeen Angus col­orado, perteneciente a un establec­imien­to rur­al lin­dero al aero­club. Según explicó Sebastián Benítez, pres­i­dente de la insti­tu­ción, el toro había forza­do un alam­bra­do de siete hilos para cruzar hacia el pre­dio del aero­club, en búsque­da de ali­men­to y agua.

“Habíamos hecho un recor­ri­do pre­ven­ti­vo horas antes, el alam­bra­do esta­ba en condi­ciones. El ani­mal cruzó bus­can­do ali­men­to porque su cam­po esta­ba sin pas­to, y del otro lado encon­tró pas­to y agua”, indicó en declara­ciones a Radio Chivil­coy.

Sobre la dinámi­ca del acci­dente, Benítez señaló que la aeron­ave “iba a unos 100 km/h” al momen­to del impacto, lo que coin­cide con la veloci­dad habit­u­al durante el flare. “Por suerte no fue un impacto frontal. Si hubiera sido de frente, el motor se habría desplaza­do hacia atrás, lo que habría provo­ca­do un acci­dente mucho más grave. El avión se desvió, giró, pero no vol­có”, detal­ló.

El pre­dio del Aero Club cuen­ta con una pista habil­i­ta­da por la ANAC para vue­los noc­turnos. No obstante, des­de la enti­dad remar­caron que no real­izan ese tipo de opera­ciones por su cuen­ta. “Los vue­los noc­turnos que se hacen aquí son de escue­las pri­vadas, como la que pertenece al Sr. Gar­cía”, explicó Benítez.El aeroclub cuenta con pistaEl aero­club cuen­ta con pista habil­i­ta­da por la ANAC para vue­los noc­turnos aunque no real­iza ese tipo de opera­ciones

El hecho quedó bajo ver­i­fi­cación por parte de las autori­dades com­pe­tentes, ya que si bien ocur­rió den­tro del perímetro del aero­club, involu­cra a un ani­mal de un establec­imien­to pri­va­do y una aeron­ave de uso par­tic­u­lar, sin par­tic­i­pación direc­ta de la insti­tu­ción.

“No es un even­to habit­u­al. Esta­mos ante un caso con muy baja prob­a­bil­i­dad estadís­ti­ca, pero que deja varias enseñan­zas sobre los ries­gos com­par­tidos entre zonas rurales y áreas oper­a­ti­vas aeronáu­ti­cas”, reflex­ionó el pres­i­dente del Aero Club al ser con­sul­ta­do por la pren­sa local.

El inci­dente no sólo encendió la alar­ma entre las autori­dades del aero­club, sino tam­bién entre los pro­duc­tores rurales de la zona. La col­isión, aunque sin con­se­cuen­cias humanas, expu­so una situación límite que com­bi­na activi­dad aérea con ter­ri­to­rios ganaderos sin bar­reras efec­ti­vas que imp­i­dan el ingre­so de ani­males a zonas oper­a­ti­vas.

El toro, que perdió la vida en el acto, fue removi­do del lugar horas después. Mien­tras tan­to, la aeron­ave per­manece en el pre­dio del aero­club a la espera de una inspec­ción téc­ni­ca que per­mi­ta deter­mi­nar el gra­do de daño estruc­tur­al. Los trip­u­lantes, por su parte, no realizaron declara­ciones públi­cas.

Fuente: Infobae

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