Un hombre de 61 años fue detenido en Santo Pipó tras un control de alcoholemia que marcó 2,12 g/l. La Policía retuvo su vehículo y lo puso a disposición judicial.
Un hombre de 61 años terminó detenido este domingo por la noche en Santo Pipó, luego de un control de alcoholemia que arrojó 2,12 gramos de alcohol en sangre. El vehículo que conducía quedó retenido por orden policial.
El procedimiento ocurrió cerca de las 20:50 en la avenida San Martín, durante un operativo de prevención. Efectivos de la comisaría local detuvieron la marcha de una Ford Ecosport y constataron que el conductor mostraba signos de ebriedad.
Tras realizar el test, confirmaron que manejaba con una graduación de alcohol más de cuatro veces superior a lo permitido por la normativa vigente. El hombre fue trasladado a la dependencia policial, mientras que el rodado quedó secuestrado y puesto a resguardo.