1 de noviembre de 2025

Protesta en Aristóbulo del Valle tras el fallo judicial que restituyó la tenencia de una niña a su padre

Famil­iares mater­nos de la pequeña Ori­ana Men­doza, de tres años, se man­i­fes­taron pací­fi­ca­mente para pedir que la Jus­ti­cia revise la decisión que otorgó la tenen­cia al padre.

Luego de cono­cerse recien­te­mente un fal­lo del Juz­ga­do Civ­il, Com­er­cial, Lab­o­ral y de Famil­ia de Aristóbu­lo del Valle, que dis­pu­so la resti­tu­ción de la pequeña Ori­ana Men­doza, de tres años, a su padre Liv­io Andrés Men­doza (30), alle­ga­dos a la famil­ia mater­na realizaron una protes­ta pací­fi­ca para recla­mar por la tenen­cia de la menor.

La mov­i­lización comen­zó cer­ca de las 8 de la mañana de este miér­coles en el Paseo Cul­tur­al de la local­i­dad. Un grupo de famil­iares, encabeza­do por una tía de la niña, reclamó a las autori­dades que revisen la decisión judi­cial y per­mi­tan que Ori­ana crez­ca con su famil­ia mater­na. Durante la man­i­festación, los par­tic­i­pantes expre­saron su pre­ocu­pación por las condi­ciones en que vive la menor bajo la tutela pater­na, e instaron a la Jus­ti­cia a recon­sid­er­ar su fal­lo.

El reclamo se pro­du­jo pocos días después de cono­cerse la res­olu­ción judi­cial que resti­tuyó la cus­to­dia al padre.
“Estos meses fueron un cal­vario, pero gra­cias a Dios se hizo jus­ti­cia y mi nena va a volver a vivir con­mi­go y mi famil­ia. No veo la hora de abrazarla”, man­i­festó Men­doza.

Según trascendió, la niña es huér­fana de madre, y en mayo pasa­do el juz­ga­do inter­viniente dis­pu­so una medi­da de pro­tec­ción inte­gral tras una denun­cia del abue­lo mater­no, quien acusó a la madras­tra de mal­tra­to. Men­doza negó las acusa­ciones des­de el ini­cio, aunque el pro­ce­so judi­cial se extendió durante cin­co meses antes de resol­verse.

En su fal­lo, la jueza Edelmi­ra Salvi sos­tu­vo que “no se ha com­pro­ba­do que la menor Ori­ana haya sufri­do vio­len­cia o mal­tra­to por parte de su padre o de su pare­ja Katerin”, y remar­có que no exis­ten prue­bas que indiquen una situación que pon­ga en ries­go la salud o la vida de la niña.

La mag­istra­da argu­men­tó que “el padre ha demostra­do su vol­un­tad y capaci­dad para cuidar de su hija, con el acom­pañamien­to de su esposa, sus otras hijas y los abue­los de la menor”, y con­sid­eró que la decisión bus­ca garan­ti­zar el mejor interés de la niña.

Final­mente, Salvi con­cluyó que “no existe imped­i­men­to alguno para que el prog­en­i­tor ejerza ple­na­mente su respon­s­abil­i­dad parental, con los dere­chos y obliga­ciones que ello impli­ca”.

Con infor­ma­ción de El Ter­ri­to­rio

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