Julio Alberto S., de 70 años, propietario de un kiosco en la zona, fue acusado del abuso y trasladado al Juzgado de Instrucción Seis, donde se abstuvo de declarar. Su pareja también enfrenta cargos por encubrimiento al presuntamente intentar obstaculizar la detención.
Ariana Villan, tía de la víctima, relató los momentos de tensión que atraviesan. “Tuvimos que ir a sacar a mi hermana de su domicilio porque nos llamó en un estado de shock. Fueron a apedrear su casa y a tirar un cuchillo amenazándole y la tuvimos que sacar porque estaba en un estado de shock, entró ella con su hija, estaban llorando, no podíamos calmarla, tuvimos que sacarla de ahí, llevarla al domicilio de mi hermano y donde ella está permaneciendo ahora”, aseguró.
La situación de violencia escaló tras conocerse los resultados de las pericias, que confirmaron la violación. “Nos enteramos el día viernes a la noche que salieron todas positivas, que salió abuso y que fue él porque a mi sobrina le habían encontrado saliva de él y vello de él también en sus partes y salieron todas positivas”, explicó Villan.
Desde entonces, la madre de la víctima y su hija han sido objeto de amenazas y hostigamiento por parte de allegados al acusado. “Esta gente vive en la esquina de la casa de ella, son parientes de este abusador y ellos son los que le están amenazando, lo que le amenazaron ya, que le van a prender fuego la casa”, denunció. Debido a esto, la mujer y la menor se refugiaron en la vivienda de un familiar.
“La policía en sí no le está apoyando a ella. Ahora su casa se encuentra sola con sus cosas adentro y si llega a pasar algo o le llegan a robar o prender fuego, no sabemos a quién le vamos a hacer responsable tampoco”, advirtió.
El contexto social también ha dificultado la situación de la familia de la víctima. “Este señor hace 40 años vive en ese barrio, la gente supuestamente le conoce que él es una buena persona, que es un buen vecino, que es un hombre intacto, que no era capaz de hacer esto. Pero en sí las pericias salieron, salieron positivas, la gente le apoya a él porque la verdad no tengo idea por qué le apoya y por qué le apoyaría a un violador porque en sí ya están las pruebas claras”, señaló.
Sobre la teoría de que la denuncia se relaciona con una deuda de la madre de la víctima con el kiosquero, Villan rechazó los rumores. “Ella sí sacaba una cuenta corriente, tenía en este quiosco sí, pero ella pagaba y en todos casos y vamos al caso en sí, si ella no pudo pagarle este mes, no pudo, ¿eso le da derecho a que abuse de una niña, a que violen a una nena de nueve años, la manoseen y la tengan amenazada? Eso no da derecho”, enfatizó.
Mientras la investigación avanza, la madre y la menor siguen sin asistencia psicológica y sin garantías de seguridad. “No hay un psicólogo para Agustina, no hay un psicólogo para mi hermana, no tienen ayuda de nadie”, denunció Villan.
Finalmente, la tía de la víctima reafirmó el pedido de justicia. “Nosotros vamos a ir hasta la última instancia, nosotros lo que queremos es justicia por Agustina, que esto no vuelva a suceder porque si no una persona de 70 años va a violar, va a abusar de cualquier niño y va a decir no, yo tengo esta edad, puedo abusar y voy a salir en libertad de otra vez. Queremos justicia por ella, que la justicia escuche y mande que le den un apoyo a mi hermana, que pongan una policía para que la ayude a ella en su casa y pueda estar ella con su casa, con su hijo, que su hijo pueda tener la comodidad de su hogar porque no tiene nada”, concluyó.
Fuente: Misiones Online
