16 de octubre de 2025

Rescatan a 4 misioneros que trabajaban en condiciones de esclavitud en Brasil

misioneros que trabajaban en condiciones de esclavitud en Brasil

Fueron reclu­ta­dos para tra­ba­jar en la cosecha de uva en una propiedad rur­al en São Mar­cos Ser­ra. El Min­is­te­rio Públi­co del Tra­ba­jo posi­bil­itó el pago de presta­ciones lab­o­rales que no les habían abona­do nun­ca.

Cua­tro tra­ba­jadores misioneros fueron rescata­dos de una situación de haci­namien­to y tra­ba­jo escla­vo en una propiedad rur­al en São Mar­cos Ser­ra en el esta­do de Río Grande. La acción, que ocur­rió el pasa­do martes fue gra­cias a la inter­ven­ción del Min­is­te­rio de Tra­ba­jo y Empleo (MTE) del Brasil, con apoyo del Min­is­te­rio Públi­co del Tra­ba­jo (MPT) y de la Policía Fed­er­al (PF).

Según el MPT, los cua­tro tra­ba­jadores, hom­bres de entre 19 y 38 años, fueron traí­dos a Brasil des­de la provin­cia de Misiones para tra­ba­jar en la vendimia en propiedades de San Mar­cos y la región.

El Min­is­te­rio de Tra­ba­jo con­stató que el alo­jamien­to se encon­tra­ba en condi­ciones pre­carias. La agen­cia tam­bién ase­gu­ra que los argenti­nos tra­ba­jaron sin ningún tipo de reg­istro y no reci­bieron su salario sem­anal como lo acor­daron.

Los tra­ba­jadores habrían sido reclu­ta­dos por un argenti­no y traí­dos a Brasil con la prome­sa de tra­ba­jo y alo­jamien­to. Según el MPT, un pro­duc­tor rur­al, iden­ti­fi­ca­do como des­ti­natario de los ser­vi­cios durante la sem­ana, man­i­festó que ya había real­iza­do el pago de la remu­neración cor­re­spon­di­ente, y que ésta no había sido traslada­da a los tra­ba­jadores. No se rev­e­laron los nom­bres de los impli­ca­dos.

En febrero del año pasa­do, un oper­a­ti­vo sim­i­lar encon­tró a 22 tra­ba­jadores argenti­nos tam­bién en condi­ciones análo­gas a la esclav­i­tud en São Mar­cos.

Estruc­tura pre­caria y condi­ciones inhu­manas
 
Según el MPT, los tra­ba­jadores esta­ban alo­ja­dos en una estruc­tura lim­i­ta­da, hecha de madera con dos habita­ciones que, según el tes­ti­mo­nio de los rescata­dos, podía alber­gar a 11 hom­bres al mis­mo tiem­po.

Las condi­ciones de vivien­da tam­bién eran pre­carias, afir­ma la agen­cia: los tra­ba­jadores dor­mían en col­chones en el sue­lo, no tenían armar­ios ni ningún otro mue­ble para guardar sus perte­nen­cias y el cablea­do eléc­tri­co esta­ba expuesto.

Otro prob­le­ma men­ciona­do en las declara­ciones de los tra­ba­jadores fue el acce­so al agua potable. El agua que abastecía los gri­fos se recogía de un pequeño depósi­to jun­to a la casa, y toda el agua uti­liza­da para bañarse y tirar de los inodor­os se devolvía al patio, jun­to al depósi­to, for­man­do una cloa­ca abier­ta y con­t­a­m­i­nan­do el agua del depósi­to, que se uti­lizaría para el con­sumo de los tra­ba­jadores. La inspec­ción encon­tró que el agua era de col­or amar­il­len­to y tenía un olor desagrad­able. Los tra­ba­jadores infor­maron que sufrían aler­gias en la piel y diar­rea.

Prome­sa de una vida mejor
 
Según la inves­ti­gación real­iza­da por el Min­is­te­rio Públi­co del Tra­ba­jo, los tra­ba­jadores relataron haber sido reclu­ta­dos por un com­pa­tri­o­ta, que bus­ca­ba tra­ba­jadores en Argenti­na y los envi­a­ba a una empre­sa de ter­cer­ización de ser­vi­cios en São Mar­cos, con la prome­sa de tra­ba­jo y vivien­da.

Sin embar­go, al lle­gar al lugar, los tra­ba­jadores encon­traron un alo­jamien­to pre­cario. Al final de la sem­ana lab­o­ral, cuan­do llegó el momen­to de pagar los ser­vi­cios, no se pudo encon­trar la empre­sa sub­con­trata­da.

Recep­ción
 
El miér­coles se fir­mó un acuer­do con el pro­duc­tor rur­al que con­trató los ser­vi­cios de los cua­tro tra­ba­jadores rescata­dos en esta operación, garan­ti­zan­do el pago de la mano de obra y las ind­em­niza­ciones debidas por la ter­mi­nación indi­rec­ta de los con­tratos de tra­ba­jo.
 
El MTE emi­tió un seguro de desem­pleo al tra­ba­jador rescata­do. El depar­ta­men­to de ser­vi­cios sociales del munici­pio de São Mar­cos pro­por­cionó alo­jamien­to y pasajes de via­je a los tra­ba­jadores, que no desea­ban regre­sar a Argenti­na.

Fuente: El Ter­ri­to­rio

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