La exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras permanece en estado muy crítico, asistida por respiración mecánica, tras haber sido sometida a una cirugía de urgencia a raíz de un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico. El procedimiento se llevó a cabo en el Hospital Cullen, ubicado en la ciudad de Santa Fe, donde fue internada el lunes.
El director médico del centro de salud, Bruno Moroni, aseguró que el pronóstico es reservado, y que aún no hay certezas de cómo avanzará su salud.
Qué motivó la cirugía de urgencia
Horas después de la operación, el neurocirujano José Carlos del Sastre, quien estuvo a cargo de la intervención, brindó precisiones sobre el procedimiento al que fue sometida la deportista.
Según explicó el médico, la decisión de operar respondió a una complicación neurológica grave que surgió tras una aparente mejora inicial. “Ella aparentemente había mejorado y estaba evolucionando bien, pero no quita que la evolución pueda pegar un giro como el que pegó”, relató.
El cuadro que motivó la cirugía fue una falta de oxígeno en una zona del cerebro, que provocó una inflamación severa, comprometiendo áreas cerebrales sensibles.

La Locomotora Oliveras sufrió un ACV isquémico el pasado lunes.
“Esta es una cirugía que no tiene que ver, en forma primaria, con su ACV isquémico, sino que es una maniobra de salvataje por la complicación. Son dos cosas distintas. Esto no significa que se curó del ACV isquémico o que tuvo inferencia, sino que es secundario a una mala evolución de su condición”, aclaró el especialista.
El cuadro neurológico es delicado
En relación con la evolución esperada, Del Sastre subrayó que los próximos días serán determinantes: “Son clave las primeras 72 horas porque al cerebro, que ya estaba injuriado, se le agrega otra injuria”.
Oliveras, según detalló, se encontraba bajo un coma barbitúrico farmacológico para preservar su estabilidad neurológica.
“Hay que esperar a ver cómo responde el cerebro a los cambios de presión, de pasar de estar comprimido a descomprimirse. Pero, ella está monitorizada las 24 horas con un control constante y está sedada (o lo que se llama un coma barbitúrico farmacológico) para que esté en asistencia respiratoria mecánica y ese cerebro quede relajado”, explicó el neurocirujano.
“En este momento crítico, su cerebro tiene que tratar de tolerar y de no seguir inflamándose para no comprimir”, añadió.
El último parte médico oficial del hospital tras el ACV
El último parte médico oficial fue difundido por el director del Hospital Cullen, quien reiteró la gravedad del cuadro: “Se encuentra con asistencia mecánica respiratoria y su estado es muy crítico”.
Moroni reconoció el esfuerzo y la coordinación de todo el equipo médico que intervino: “No hay un tiempo exacto. Se controlan permanentemente sus funciones clínicas y neurológicas. Es momento a momento. El cuadro es reservado y requiere un monitoreo constante de todas sus funciones vitales”.
Fuente: Ámbito