Las lluvias registradas en los últimos días en Misiones mejoraron la situación del sector productivo tras la sequía que afectó a la provincia desde mediados de diciembre hasta enero, afirmó José Olinuk del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). Aunque las precipitaciones fueron irregulares, su impacto resultó positivo en ciertos cultivos y pasturas.
Según mencionó el agrometeorólogo del Inta sede Cerro Azul, este mes cayeron 99,3 milímetros de lluvia en la tierra colorada. “Por suerte, la situación está mucho mejor que hace un mes atrás, porque si bien son chaparrones en general aislados ‑salvo la última lluvia- realmente la situación está mejorando, porque fueron cantidades de milímetros que en algunos lugares llegaron a ayudar mucho, porque humedeció bien el suelo”, explicó.
Además del aporte hídrico, Olinuk destacó que la nubosidad contribuyó a reducir la radiación solar extrema que venía afectando los cultivos. “Trajo un alivio muy importante, porque aparte las temperaturas tienden a bajar un poco cuando tenemos lluvias. Se observan hasta hojas quemadas en distintos cultivos por el sol tan fuerte que teníamos últimamente”.
El especialista detalló que la influencia del fenómeno La Niña fue más breve de lo esperado. Aunque inicialmente se pronosticaba una Niña intensa, finalmente la sequía afectó de manera breve pero intensa, desde mediados de diciembre hasta comienzos de febrero.
Con estas lluvias recientes y las proyecciones de nuevas precipitaciones, Olinuk consideró que “la peor parte de la sequía ya pasó”. Sin embargo, advirtió que aún podrían registrarse olas de calor en las próximas semanas.
Las plantaciones perennes, como la yerba mate y los forestales, resistieron la sequía, aunque la yerba plantada en invierno o de manera tardía en 2024 sufrió más. Las pasturas también se vieron afectadas, lo que podría impactar en la reserva forrajera de otoño e invierno.
En cuanto a los cultivos anuales y hortícolas, fueron los más afectados. El maíz en floración entre diciembre y enero sufrió considerablemente, mientras que la mandioca mostró mayor resistencia. “En cuanto a hortalizas, muchos productores no pueden sembrar en verano sin estructuras como invernáculos o riego”, indicó.
Esta situación provoca que Misiones dependa del abastecimiento de hortalizas de otras regiones del país, especialmente durante el verano. “Acá es muy difícil producir con este tiempo, y a la intemperie es peor, salvo la gente que tiene algo de invernáculo o media sombra”, comentó.
El agrometeorólogo también destacó la gran variabilidad de las lluvias en la provincia, con precipitaciones desiguales incluso dentro de un mismo departamento. “En 2023, el sur sufrió una sequía intensa y el norte fue menos afectado. En este momento, veo que en un mismo departamento, como Alem, las lluvias pueden variar mucho de una colonia a otra”, detalló.
Mirando al futuro, Olinuk se mostró optimista de cara a 2025. “Los informes muestran que la probabilidad de La Niña va disminuyendo y se perfila un evento neutral o incluso una fase de El Niño. La tendencia es positiva, y pienso que va a ser un año bueno”, concluyó.