El volumen del río Iguazú superó los 5.000 m³/s y ofreció un espectáculo natural deslumbrante. Aunque el caudal triplicó el nivel normal, todos los paseos continúan habilitados.
Las Cataratas del Iguazú, una de las siete maravillas naturales del mundo, exhiben por estos días una imagen imponente, con un caudal de agua que triplica su nivel habitual. La crecida del río modifica el paisaje, potencia la fuerza de los 275 saltos y deja postales únicas que sorprenden a visitantes y guías.
Este lunes por la mañana, el caudal alcanzó los 5.100 metros cúbicos por segundo, según informaron desde el Parque Nacional Iguazú. Aunque la creciente se estabilizó en ese nivel, los equipos técnicos mantienen un monitoreo constante debido a los pronósticos de lluvia. De momento, no resulta necesario cerrar los paseos ni aplicar medidas preventivas, ya que los registros no representan riesgo.
Desde la Asociación de Guías de Cataratas, Ángel Palma confirmó que todos los circuitos permanecen habilitados y compartió imágenes impactantes del balcón de la Garganta del Diablo. La fuerza del agua, lejos de limitar la visita, enriquece la experiencia con un espectáculo natural que destaca aún más la magnitud de esta maravilla misionera.