El director del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Gerardo Vallejos, sostuvo que un cambio más favorable es clave para exportaciones, y resaltó la importancia de la presencia de Corrientes en el directorio.
El sector yerbatero de Misiones y Corrientes enfrenta desafíos en la rentabilidad de sus exportaciones, producto de la brecha entre la cotización oficial del dólar y el valor real al que se liquidan las operaciones internacionales. Así lo aseguró Gerardo Vallejos, director a cargo del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
“Cuando escuchamos la cotización del dólar, es distinta a la que terminamos cerrando en nuestras exportaciones. El cambio real está por debajo del tipo de cambio oficial, incluso por debajo de los 1450 pesos”, explicó Vallejos, quien consideró que un valor de referencia óptimo estaría entre 1.650 y 1.700 pesos. Sin embargo, advirtió que esto no debería lograrse mediante una devaluación que impacte nuevamente en costos y precios.
El funcionario señaló que la dolarización de insumos, como herbicidas y fertilizantes, agrava la situación. “Con los precios actuales para el productor primario, se hace prácticamente imposible sostener los costos”, agregó.
Vallejos también destacó la necesidad de restituir al INYM las facultades para fijar precios de hoja verde y yerba mate canchada, y la urgencia de nombrar un presidente para la entidad. En ese marco, valoró el encuentro con el presidente de la Cámara de Representantes de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, donde coincidieron en la importancia de fortalecer la institucionalidad del instituto.
Un avance institucional importante, según Vallejos, es la reincorporación de la provincia de Corrientes al directorio del INYM. “La presencia de Corrientes es fundamental. La mesa del directorio es el ámbito natural de discusión de los problemas de la actividad yerbatera. Así podremos elaborar consensos necesarios para salir de situaciones complejas”, subrayó.
El director del INYM concluyó que una visión integral, que incluya a todas las provincias productoras, es esencial para garantizar la estabilidad y el desarrollo de la industria yerbatera, clave para la economía regional y las exportaciones argentinas.