Industria Montecarlo impidió el regreso de sus once empleados tras un mes de paralización. El SOIME denunció una medida “arbitraria” y advirtió sobre la deuda salarial y el temor a un eventual cierre.
Tras un mes de paralización, los once trabajadores de Industria Montecarlo llegaron este lunes a la planta con la expectativa de retomar sus tareas, pero se encontraron con los portones cerrados. La empresa no permitió su ingreso ni emitió notificación formal sobre la medida.
La paralización había comenzado el 16 de agosto por la crisis del sector forestoindustrial. En ese momento, la firma otorgó licencias sin goce de haberes y comprometió el retorno para este lunes. Sin embargo, la decisión empresarial sorprendió a los empleados y a la dirigencia gremial.
El secretario general del SOIME, Domingo Paiva, calificó la situación como “una medida arbitraria, inconsulta y al margen de la ley”. Explicó que para suspender o reducir jornadas, la empresa debió presentar un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo, algo que no ocurrió.
Paiva sostuvo que la compañía mantiene una deuda salarial promedio de tres millones de pesos con cada trabajador, acumulada en los últimos dos meses. “Los trabajadores están mal, por lo que dentro de nuestras posibilidades los estamos asistiendo”, expresó el dirigente sindical.
El gremio evalúa nuevas acciones legales y anticipó que enviará intimaciones para que la empresa revierta su postura. “Estamos haciendo todas las denuncias y presentaciones para mantener los derechos de los trabajadores ante un eventual cierre, que es el temor que tenemos”, señaló Paiva.
El sindicalista agregó que las maquinarias y herramientas continúan dentro del predio y advirtió que se mantienen atentos para evitar “un vaciamiento de la empresa”. Consultado sobre la situación del sector, aclaró que “la mayoría de las empresas están trabajando normalmente y, cuando hubo cambios, fue con acuerdo del gremio”.
Con información de Norte Misionero