25 de octubre de 2025

Detuvieron a una mujer acusada de matar a su beba en venganza de su marido

La Jus­ti­cia de Brasil mantiene detenidos a ambos padres de la pequeña Melin­da Sofia, fal­l­e­ci­da por asfix­ia. La fis­calía con­sid­era que el crimen fue cometi­do con “pura mal­dad humana” y pide juicio por homi­cidio agrava­do.

La Jus­ti­cia brasileña avan­za en la inves­ti­gación por el bru­tal asesina­to de una beba de menos de dos meses en la ciu­dad de Boa Vista, Roraima. El crimen, ocur­ri­do el 13 de octubre, con­mo­cionó al país: la víc­ti­ma, Melin­da Sofia Con­ceição dos San­tos, habría sido asesina­da por su propia madre tras una dis­cusión con su pare­ja.

El fis­cal del Min­is­te­rio Públi­co de Roraima, Paulo André Trindade, pre­sen­tó la acusación el 20 de octubre, seña­lan­do que Rena­ta Fer­reira dos San­tos, de 26 años, mató a su hija “movi­da por un moti­vo vil”, con el úni­co obje­ti­vo de ven­garse de su com­pañero, Halis­son Con­ceição dos San­tos, de 36. Ambos per­manecen detenidos y fueron imputa­dos por homi­cidio cal­i­fi­ca­do.

Crueldad y venganza

El informe forense deter­minó que la beba murió por asfix­ia por sofo­cación direc­ta y pre­senta­ba múlti­ples hematomas en el ros­tro, el tórax y las pier­nas. Según el fis­cal, la mujer actuó de for­ma “libre, con­sciente y vol­un­taria”, uti­lizan­do un medio “cru­el y gen­er­ador de sufrim­ien­to anor­mal”.

“Las fric­ciones famil­iares pueden ser comunes, pero matar a una criatu­ra para ven­garse del otro es intol­er­a­ble”, señaló Trindade en su pre­sentación judi­cial.

El rol del padre

La acusación tam­bién recae sobre el padre de la víc­ti­ma. El Min­is­te­rio Públi­co lo con­sid­era insti­gador del crimen y le impu­ta haber incumpli­do su deber de pro­tec­ción, pese a cono­cer las ame­nazas de su pare­ja. Según el expe­di­ente, Halis­son habría alen­ta­do a Rena­ta con fras­es como “mata­la” y “muer­an ust­edes dos”, luego de recibir men­sajes en los que la mujer advertía que le quitaría la vida a la beba.

“Con­sciente del deseo de matar de su com­pañera, instigó y se omi­tió en el deber legal de actu­ar como padre, tenien­do la capaci­dad de impedir la muerte”, sostiene la denun­cia.

El silencio que alarmó a los vecinos

La madru­ga­da del crimen, entre las 4 y las 5, veci­nos del bar­rio escucharon el llan­to deses­per­a­do y pro­lon­ga­do de la beba, segui­do de un silen­cio abrup­to. Para los inves­ti­gadores, ese fue el momen­to en que Melin­da Sofia perdió la vida.

Horas antes, la pare­ja había sido vista dis­cutien­do en un bar. Según tes­ti­gos, Rena­ta entregó la llave del depar­ta­men­to a Halis­son y le pidió que se ocu­para de la niña, pero él nun­ca regresó: volvió al local y dejó a la pequeña a car­go de su madre.

El fis­cal describió el entorno famil­iar como un con­tex­to de descon­trol, alco­hol, neg­li­gen­cia y cru­el­dad, donde la recién naci­da se con­vir­tió en víc­ti­ma de una relación atrav­es­a­da por la vio­len­cia.

Lo que viene

Ambos acu­sa­dos per­manecerán en prisión pre­ven­ti­va mien­tras se desar­rol­la el pro­ce­so judi­cial. Si la Jus­ti­cia con­fir­ma los car­gos, podrían enfrentar una con­de­na por homi­cidio cal­i­fi­ca­do con agra­vantes por moti­vo vil, medio cru­el y la condi­ción de la víc­ti­ma: una menor de 14 años e inca­paz de defend­er­se.

El juez a car­go con­sid­eró que las ver­siones de los padres son con­tra­dic­to­rias y que el crimen rep­re­sen­ta “un ries­go real y actu­al para el orden públi­co”.

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