26 de octubre de 2025

Controlaron un incendio en la Isla Caraguatay: advierten sobre la falta de controles y el riesgo ambiental

Bomberos de Mon­te­car­lo con­tro­laron un incen­dio en la Isla Caraguatay. El fuego habría sido provo­ca­do por acam­pantes y rea­v­i­va el reclamo por con­troles más estric­tos y recur­sos para la vig­i­lan­cia ambi­en­tal.

Una nue­va situación de ries­go ambi­en­tal encendió las alar­mas en Mon­te­car­lo el jueves por la noche, cuan­do miem­bros del Club de Pesca y guarda­parques del Solar del Che detec­taron un foco de incen­dio en la Isla Caraguatay.

De inmedi­a­to, dieron avi­so a los Bomberos Vol­un­tar­ios de Mon­te­car­lo, quienes acud­ieron ráp­i­da­mente al lugar y lograron con­tro­lar las lla­mas antes de que se propa­garan.

Según las primeras ver­siones, el fuego se habría orig­i­na­do por la impru­den­cia de un grupo de per­sonas que acam­pó en la zona y se retiró sin apa­gar el fogón. “Es algo que lam­en­ta­ble­mente se repite cada año”, expre­saron des­de el Club de Pesca, desta­can­do el tra­ba­jo con­jun­to de bomberos, Pre­fec­tura, veci­nos y socios que colab­o­raron para evi­tar un daño may­or.

Pese a las reit­er­adas adver­ten­cias, los guarda­parques ase­gu­ran que aún no hay respues­tas conc­re­tas sobre la imple­mentación de con­troles más estric­tos o patrul­la­jes per­ma­nentes en la isla.

Des­de el Par­que Provin­cial Che Gue­vara, los guarda­parques mantienen una vig­i­lan­cia diaria, obser­van­do con binoc­u­lares los movimien­tos en la zona, espe­cial­mente ante la pres­en­cia de acam­pantes o numerosas embar­ca­ciones. Cualquier situación sospe­chosa es infor­ma­da de inmedi­a­to a Pre­fec­tura de Mon­te­car­lo para coor­di­nar acciones pre­ven­ti­vas.

La ráp­i­da inter­ven­ción de los Bomberos Vol­un­tar­ios fue fun­da­men­tal para con­tener el fuego a tiem­po y evi­tar que el incen­dio se extendiera a una zona de monte nati­vo.

Año tras año, las autori­dades insis­ten en la necesi­dad de con­ci­en­ti­zar a los vis­i­tantes de la isla y de las costas del río Paraná, espe­cial­mente durante el ver­a­no, cuan­do el ries­go de incen­dios aumen­ta con­sid­er­able­mente. Sin embar­go, las recomen­da­ciones sue­len ser igno­radas, y la fal­ta de recur­sos limi­ta las tar­eas de pre­ven­ción.

Los guarda­parques remar­can la urgen­cia de con­tar con medios ade­cua­dos para trasladarse has­ta la isla y reforzar las acciones de cuida­do ambi­en­tal. Mien­tras tan­to, el com­pro­miso de los veci­nos y las insti­tu­ciones locales con­tinúa sien­do la prin­ci­pal bar­rera frente a la impru­den­cia humana.

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