Clausuraron un local en Buenos Aires por tráfico de pieles de animales: había prendas con cuero de yaguareté

Un oper­a­ti­vo coor­di­na­do por la Unidad Fis­cal Espe­cial­iza­da en Mate­ria Ambi­en­tal (UFEMA) derivó en la clausura de un local en Vil­la Cre­spo, donde se com­er­cial­iz­a­ban pren­das hechas con piel de ani­males, incluyen­do un tapa­do de yaguareté, especie pro­te­gi­da en peli­gro de extin­ción.

La inter­ven­ción se pro­du­jo luego de que la UFEMA, a car­go del fis­cal Blas Matías Michien­zi, solic­i­tara el allanamien­to tras una denun­cia real­iza­da en la División Inves­ti­ga­ciones Espe­ciales de la Policía de la Ciu­dad durante con­troles con­tra la com­er­cial­ización de fau­na sil­vestre. La inves­ti­gación, real­iza­da en con­jun­to con el Cuer­po de Inves­ti­ga­ciones Judi­ciales (CIJ) del Min­is­te­rio Públi­co Fis­cal de la Ciu­dad, per­mi­tió detec­tar que el local vendía indu­men­taria sin estar reg­istra­do como oper­ador ante los organ­is­mos com­pe­tentes.

El juez Nor­ber­to Cir­co, tit­u­lar del Juz­ga­do PCyF 23, emi­tió la orden de allanamien­to para el establec­imien­to ubi­ca­do en la calle Ser­ra­no al 800. El pro­ced­imien­to con­tó con la par­tic­i­pación de la División Deli­tos Ambi­en­tales de la Policía de la Ciu­dad, la Briga­da de Con­trol Ambi­en­tal de la Sub­sec­re­taría de Ambi­ente de Nación, el CIJ y la Direc­ción Gen­er­al de Fis­cal­ización y Con­trol (DGFyC).

Durante el oper­a­ti­vo, se secues­traron 122 pren­das, val­u­adas en aprox­i­mada­mente $335 mil­lones. Entre los hal­laz­gos se encon­tra­ban 82 pren­das de zor­ro —como boas, tapa­dos, cueros, reta­zos, muñe­queras, col­i­tas de pelo y cuel­los—, 14 de nutria, 21 cueros, dos chale­cos de visón, un asta de cier­vo col­orado, un tapa­do de ñandú y un tapa­do de yaguareté.

Tal como señalaron las autori­dades, toda la mer­cadería con­sti­tuye una infrac­ción, sien­do espe­cial­mente grave la detec­ción de la piel de yaguareté, declar­a­da Mon­u­men­to nat­ur­al nacional por la Ley 25.463, lo que rep­re­sen­ta la máx­i­ma cat­e­goría de pro­tec­ción para una especie.

El respon­s­able del local fue imputa­do “por ejer­ci­cio ile­gal de una activi­dad (uti­liz­a­ba la pan­talla de una activi­dad líci­ta para com­er­cializar las pieles) y por el deli­to de trá­fi­co de sub­pro­duc­tos de fau­na», según infor­mó la Policía. Además, se le aplicó la con­tra­ven­ción del artícu­lo 86 del Códi­go Con­tra­ven­cional y la tenen­cia ile­gal de sub­pro­duc­tos de fau­na, en con­formi­dad con los artícu­los 20, 25 y 27 de la Ley 22.421 y la res­olu­ción 170/21 del Min­is­te­rio de Ambi­ente y Bio­di­ver­si­dad.

El local quedó clausura­do de for­ma inmedi­a­ta y la causa con­tinúa bajo inves­ti­gación, con miras a deter­mi­nar posi­bles respon­s­abil­i­dades adi­cionales.