En las últimas semanas, varios productores de la zona de Garupá y Santa Inés denunciaron la presencia constante de ciervos axis que ingresan a sus chacras durante la noche, provocando graves daños en cultivos y frutales.
Uno de los afectados relató que los animales saltan los alambrados con facilidad y se alimentan de todo lo que encuentran, desde hortalizas en crecimiento hasta frutas maduras, como los duraznos que estaban próximos a ser cosechados.
“Son animales que no distinguen si es rico o feo lo que comen, si lo pueden masticar lo tragan. Varias verduras que estaban creciendo me las comieron todas y las frutas de los árboles las alcanzan”, contó el productor, quien prefirió mantener el anonimato.
El hombre explicó que la buena temporada climática había favorecido la producción, con lluvias regulares y pocas heladas durante el invierno, lo que permitió una excelente carga de frutas. Sin embargo, el ataque de los ciervos arruinó gran parte del trabajo de meses.
“No se los puede espantar, vienen de noche, ni los perros los pueden alcanzar. Y tampoco podemos ni queremos matarlos. Pero son una plaga”, agregó preocupado.
Los vecinos de la zona aseguraron que la población de ciervos axis parece haber aumentado en los últimos meses y que la situación se repite en distintas chacras, generando pérdidas económicas y preocupación ante la falta de medidas de control.
Con información de El Territorio