La Justicia bonaerense dio un paso clave en la investigación por el brutal linchamiento que terminó con la vida del albañil misionero Jeremías Sosa, ocurrido el pasado 22 de febrero en la localidad de Olivera, partido de Luján, provincia de Buenos Aires. En las últimas horas fue detenido Néstor Oscar Rebottaro (43), uno de los principales prófugos de la causa, acusado de participar directamente en el crimen.
La detención se concretó tras un operativo conjunto llevado a cabo en la Isla La Botija, en el delta del Paraná, en una zona de difícil acceso del partido de Zárate, donde el sospechoso se mantenía oculto desde hacía aproximadamente dos meses. Participaron efectivos de la DDI y Sub DDI de Luján, junto con Prefectura Naval Argentina y personal de la Policía de Entre Ríos.
Según fuentes de la investigación, Rebottaro se refugiaba en una cabaña ubicada dentro de una reserva natural, alejado de centros urbanos. Aunque los investigadores habían logrado identificar su paradero desde el 9 de mayo, la orden judicial de allanamiento recién se concretó este martes. Durante el procedimiento, el implicado intentó fugarse, pero fue rápidamente reducido por las fuerzas de seguridad.
En el lugar, además, se secuestró un teléfono celular iPhone 6S Plus, que podría aportar información clave para reconstruir la secuencia de hechos y determinar responsabilidades. Rebottaro quedó a disposición de la Fiscalía N°10 de Mercedes, a cargo de la Dra. María Laura Cordiviola, y deberá prestar declaración en los próximos días, imputado por el delito de “homicidio agravado por alevosía”, figura que contempla prisión perpetua.
Con su arresto, ya son cinco los detenidos por el asesinato de Jeremías Sosa. Sin embargo, aún permanecen prófugos Agustina Atrio, Walter Atrio y su hijo Matías Atrio, integrantes del mismo grupo señalado como responsable directo del ataque.
Jeremías Sosa, oriundo de Jardín América, Misiones, fue golpeado brutalmente por un grupo de personas que lo acusaron erróneamente de intento de robo. Murió como consecuencia de un traumatismo craneal severo y su caso generó una fuerte conmoción en la comunidad de Olivera y en su provincia natal. La captura de todos los involucrados es un paso esencial para que la Justicia pueda avanzar en el cierre del círculo de responsabilidades que derivaron en su trágica muerte.