El Gobierno nacional oficializó la legalización del sistema de autodespacho en estaciones de servicio, permitiendo a los clientes cargar combustible sin la asistencia de un trabajador. Sin embargo, en Misiones la modalidad no es nueva ni generó cambios significativos, según explicó Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio del Nordeste y Afines (Cesane).
Jalaf aclaró que en la provincia nunca estuvo prohibido el autodespacho, sino que su uso no se implementó debido a la baja demanda. “Nosotros tenemos un criterio diferente, en el sentido de que los empleados van a persistir. No ha disminuido la cantidad de trabajadores”, sostuvo.
Actualmente, no existen estaciones de servicio en Misiones con autosurtidores, ya que el público no los ha aceptado. “Ahora lo que tenemos es la opción de brindar un surtidor para el que quiera hacerse autodespacho”, explicó Jalaf.
Según el empresario, la modalidad podría atraer a clientes más jóvenes, acostumbrados a la automatización en otros rubros, como el comercio. “En algunos negocios de cadenas comerciales, seleccionás en una pantalla, pagás y después retirás el producto. Acá también va a existir esa posibilidad para el que quiera usarla”, ejemplificó.
El autodespacho de combustible no es una novedad en el país. En Buenos Aires, la petrolera Shell realizó una prueba hace años, pero la iniciativa fracasó debido a la resistencia del público. “Se ofrecía un 5% de descuento y no lo tomaban. Incluso con un 20% muchos tampoco lo querían. No estamos habituados a eso”, afirmó Jalaf.
Además, la implementación del sistema requiere cambios en los surtidores y una adaptación de los clientes. “Es peligroso en algunos casos para personas que no tienen conocimiento. Hay que enseñarles las primeras veces”, advirtió.
En cuanto al pago, en otros países se utiliza un sistema de tarjeta de crédito que permite cargar combustible y luego facturar el monto exacto. En Argentina, la mecánica aún no está completamente definida.
La legalización del autodespacho no implica que las estaciones deban implementarlo de manera obligatoria. “El que quiere hacerlo, lo hace. Es una opción”, aclaró Jalaf.