La Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) advirtió que el sector atraviesa una crisis profunda y reclamó al Gobierno nacional un trato diferencial para las economías regionales.
El presidente de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap), Enrique Bongers, advirtió que la forestoindustria atraviesa un escenario crítico marcado por el aumento de costos, la caída de las ventas y la falta de competitividad frente a otros países de la región.
“Estamos en una situación bastante crítica. En el último año y medio hubo un fuerte aumento en los costos de energía, insumos y mano de obra, mientras que el dólar quedó planchado. A eso se suma la baja de ventas en el mercado interno y en la exportación”, explicó Bongers.
El dirigente señaló que muchos aserraderos producen un 60% menos que lo habitual, lo que impacta directamente en los costos. “Cuando la producción baja, no se pueden licuar los costos. Además, los mercados externos no están demandantes y los precios no son buenos. A eso se le suma la distancia a los puertos, lo que encarece la logística y nos vuelve poco competitivos frente a Brasil o Chile”, expresó.
A nivel financiero, la situación también es complicada. Bongers describió que las empresas deben vender con listas de precios congeladas desde comienzos de año y otorgar plazos de pago extensos, lo que genera graves problemas. “Con las altas tasas de los bancos y los intereses de la cooperativa de luz, la situación se hace muy crítica. Muchos están utilizando ahorros o subsidiando la industria con sus propias plantaciones”, dijo.
En ese contexto, reclamó medidas concretas al Gobierno nacional: “Necesitamos un tratamiento diferencial para las economías regionales. La forestoindustria emplea mucha mano de obra y dinamiza la economía de los pueblos. Pero necesitamos recuperar más rápido los impuestos a favor, como el IVA, y acceder a mejores condiciones de financiamiento”.
Pese al panorama adverso, Bongers subrayó que existen oportunidades. Una de ellas es la reactivación del puerto de Eldorado con inversión privada. “Si logramos bajar entre 800 y 1000 dólares por contenedor en costos logísticos, muchos aserraderos podrían exportar madera rústica a China. Eso liberaría al mercado interno y permitiría que los más chicos abastezcan la demanda local”, explicó.
El presidente de Amayadap destacó que la logística fluvial podría motorizar no solo a la forestoindustria, sino también a otros sectores productivos de Misiones como el té o la cerveza. “Que una empresa privada quiera invertir en Eldorado demuestra que hay futuro. Sería un ejemplo de logística regional que bajaría costos y abriría mercados”, remarcó.
Finalmente, Bongers pidió que el Gobierno nacional escuche más a las economías regionales. “No podemos esperar más. Se sinceraron las tarifas y los insumos, pero no nuestros precios. La macro es importante, pero la micro no puede esperar. Necesitamos una reforma tributaria y laboral que dé competitividad, porque si al gobierno le va bien, a todos los argentinos nos va a ir bien”, concluyó.
Misiones Online