Un hecho de extrema gravedad encendió las alarmas este miércoles en una escuela secundaria de la localidad de Garupá, cuando un alumno de 15 años concurrió al establecimiento con un arma de fuego calibre 22, su cargador y proyectiles. La situación fue detectada a tiempo por la preceptora del curso, quien dio aviso inmediato a la directora del colegio, activando así el protocolo institucional correspondiente.
La intervención policial se produjo tras la denuncia realizada por las autoridades del BOP N.º 86, ubicado en el barrio Fátima. Una comisión acudió al lugar, donde el adolescente inicialmente entregó el revólver pero negó tener el resto de los elementos. Sin embargo, una requisa posterior permitió constatar que también portaba el cargador y los proyectiles.
El menor fue trasladado al Centro Modelo de Asistencia Socioeducativa (CEMOAS), con el objetivo de resguardar su integridad y continuar con las medidas dispuestas por la Justicia. En paralelo, el arma fue remitida a la División Policía Científica para peritajes técnicos que permitan determinar su funcionamiento y procedencia.
Desde la Jefatura de Policía se valoró el accionar rápido del equipo educativo y se remarcó la importancia del trabajo articulado entre las instituciones para prevenir situaciones que representen un riesgo dentro del ámbito escolar.
“Tenía todo, el cargador, los proyectiles…”
La directora del establecimiento, Gabriela Inés Vallejos, relató cómo se desarrollaron los hechos. Según explicó, fue alertada por la preceptora alrededor de las 8:30 de la mañana, mientras ella se encontraba en una gestión fuera del colegio. “La preceptora me llama y me dice: ‘el alumno fulano tiene un arma’. Yo pensé que era un arma blanca o casera, porque en nuestro contexto eso no es raro”, sostuvo.
Sin embargo, al confirmarse que se trataba de un revólver, Vallejos decidió dirigirse directamente a la comisaría. Desde allí, los efectivos la acompañaron hasta el colegio, donde se procedió a revisar al alumno en presencia de un profesor. En un primer momento, el adolescente negó tener balas, pero finalmente se halló en su poder el cargador completo.
La madre del joven fue convocada al establecimiento y posteriormente acompañó el procedimiento en la sede policial, donde se radicó la denuncia formal.
Hipótesis en torno al arma
Según contó la directora, el alumno manifestó que el arma le fue entregada por un compañero para que la guardara. No obstante, entre los propios estudiantes comenzó a circular otra versión: que el adolescente habría llevado el arma para defenderse y que incluso podría haber más armas en su domicilio.
Vallejos confirmó que nunca antes se había registrado un hecho de estas características en la institución, aunque admitió que el contexto social del barrio representa un desafío constante. “Siempre estamos al límite. Nuestro barrio es particular, hay muchos casos de chicos con armas blancas y el tema de la droga también está muy presente”, advirtió.
Continuidad escolar y asistencia
La directora también explicó que, pese a la gravedad del hecho, el joven deberá continuar escolarizado, tal como lo establece la normativa vigente. “Veremos de qué manera, pero él debe seguir dentro del sistema educativo. Además, necesita asistencia psicológica y social. Vamos a trabajar para que la tenga”, aseguró.
En ese sentido, remarcó que el colegio ya viene desarrollando talleres preventivos orientados a los adolescentes, en especial vinculados al consumo problemático de sustancias, la convivencia y la resolución pacífica de conflictos. “Es importante seguir fortaleciendo estos espacios, porque las realidades que atraviesan muchos de nuestros estudiantes son muy complejas”, concluyó.
Con información de Misiones Online