19 de octubre de 2025

Alarma en una escuela secundaria por un alumno armado: tenía una pistola, cargador y proyectiles

Un hecho de extrema gravedad encendió las alar­mas este miér­coles en una escuela secun­daria de la local­i­dad de Garupá, cuan­do un alum­no de 15 años con­cur­rió al establec­imien­to con un arma de fuego cal­i­bre 22, su car­gador y proyec­tiles. La situación fue detec­ta­da a tiem­po por la pre­cep­to­ra del cur­so, quien dio avi­so inmedi­a­to a la direc­to­ra del cole­gio, acti­van­do así el pro­to­co­lo insti­tu­cional cor­re­spon­di­ente.

La inter­ven­ción poli­cial se pro­du­jo tras la denun­cia real­iza­da por las autori­dades del BOP N.º 86, ubi­ca­do en el bar­rio Fáti­ma. Una comisión acud­ió al lugar, donde el ado­les­cente ini­cial­mente entregó el revólver pero negó ten­er el resto de los ele­men­tos. Sin embar­go, una req­ui­sa pos­te­ri­or per­mi­tió con­statar que tam­bién porta­ba el car­gador y los proyec­tiles.

El menor fue traslada­do al Cen­tro Mod­e­lo de Asis­ten­cia Socioe­d­uca­ti­va (CEMOAS), con el obje­ti­vo de res­guardar su inte­gri­dad y con­tin­uar con las medi­das dis­pues­tas por la Jus­ti­cia. En para­le­lo, el arma fue remi­ti­da a la División Policía Cien­tí­fi­ca para per­i­ta­jes téc­ni­cos que per­mi­tan deter­mi­nar su fun­cionamien­to y proce­den­cia.

Des­de la Jefatu­ra de Policía se val­oró el accionar rápi­do del equipo educa­ti­vo y se remar­có la impor­tan­cia del tra­ba­jo artic­u­la­do entre las insti­tu­ciones para pre­venir situa­ciones que rep­re­sen­ten un ries­go den­tro del ámbito esco­lar.

“Tenía todo, el cargador, los proyectiles…”

La direc­to­ra del establec­imien­to, Gabriela Inés Valle­jos, relató cómo se desar­rol­laron los hechos. Según explicó, fue aler­ta­da por la pre­cep­to­ra alrede­dor de las 8:30 de la mañana, mien­tras ella se encon­tra­ba en una gestión fuera del cole­gio. “La pre­cep­to­ra me lla­ma y me dice: ‘el alum­no fulano tiene un arma’. Yo pen­sé que era un arma blan­ca o casera, porque en nue­stro con­tex­to eso no es raro”, sos­tu­vo.

Sin embar­go, al con­fir­marse que se trata­ba de un revólver, Valle­jos decidió diri­girse direc­ta­mente a la comis­aría. Des­de allí, los efec­tivos la acom­pañaron has­ta el cole­gio, donde se pro­cedió a revis­ar al alum­no en pres­en­cia de un pro­fe­sor. En un primer momen­to, el ado­les­cente negó ten­er balas, pero final­mente se hal­ló en su poder el car­gador com­ple­to.

La madre del joven fue con­vo­ca­da al establec­imien­to y pos­te­ri­or­mente acom­pañó el pro­ced­imien­to en la sede poli­cial, donde se radicó la denun­cia for­mal.

Hipótesis en torno al arma

Según con­tó la direc­to­ra, el alum­no man­i­festó que el arma le fue entre­ga­da por un com­pañero para que la guardara. No obstante, entre los pro­pios estu­di­antes comen­zó a cir­cu­lar otra ver­sión: que el ado­les­cente habría lle­va­do el arma para defend­er­se y que inclu­so podría haber más armas en su domi­cilio.

Valle­jos con­fir­mó que nun­ca antes se había reg­istra­do un hecho de estas car­ac­terís­ti­cas en la insti­tu­ción, aunque admi­tió que el con­tex­to social del bar­rio rep­re­sen­ta un desafío con­stante. “Siem­pre esta­mos al límite. Nue­stro bar­rio es par­tic­u­lar, hay muchos casos de chicos con armas blan­cas y el tema de la dro­ga tam­bién está muy pre­sente”, advir­tió.

Continuidad escolar y asistencia

La direc­to­ra tam­bién explicó que, pese a la gravedad del hecho, el joven deberá con­tin­uar esco­lar­iza­do, tal como lo establece la nor­ma­ti­va vigente. “Ver­e­mos de qué man­era, pero él debe seguir den­tro del sis­tema educa­ti­vo. Además, nece­si­ta asis­ten­cia psi­cológ­i­ca y social. Vamos a tra­ba­jar para que la ten­ga”, ase­guró.

En ese sen­ti­do, remar­có que el cole­gio ya viene desar­rol­lan­do talleres pre­ven­tivos ori­en­ta­dos a los ado­les­centes, en espe­cial vin­cu­la­dos al con­sumo prob­lemáti­co de sus­tan­cias, la con­viven­cia y la res­olu­ción pací­fi­ca de con­flic­tos. “Es impor­tante seguir for­t­ale­cien­do estos espa­cios, porque las real­i­dades que atraviesan muchos de nue­stros estu­di­antes son muy com­ple­jas”, con­cluyó.

Con infor­ma­ción de Misiones Online

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